Mamíferos Mexicanos
en Peligro de Extinción
Introducción
La SEMARNAT establece parámetros para
considerar a una especie dentro de las diferentes categorías de riesgo, y alarmantemente nos encontramos
con que más de la
mitad de las especies de mamíferos silvestres en México están en algún nivel de peligro de
extinción.
Aunque la mayoría de mamíferos son pequeños
están en igual peligro que los de gran tamaño y esto se debe a la destrucción
masiva de sus hábitats.
Causas generales
Definir las causas de la prematura desaparición
de las especies es muy dificíl aunque se pueden definir algunas como las
principales causales y es que la destrucción del habitat, el deterioro de
selvas, pastizales, bosques, manglares, etc. Afecta tan directamente a las
especies que les impide reproducirse y sobrevivir al grado de disminuír
alarmantemente su población y pasen a formar parte de la lista de animales en
peligro de extinción, claro está que la cacería es otro factor que influye en
el problema, como sabemos en México no existe una regulación efectiva que
detenga este tipo de violaciones como la caza excesiva, a la no protección de
la época reproductiva y a un sin número de causas que afectan a nuestras
especies
Así, la mayoría de las especies en peligro de
extinción o amenazadas tienen esta condición porque sus hábitats específicos
están desapareciendo. Para muchas de ellas esto se debe a que tienen en sí
poblaciones pequeñas, adaptadas a condiciones muy particulares en la gran
cantidad de microambientes que se forman en el territorio nacional, gracias a
que éste se encuentra en una zona de transición sur-norte.
Mamíferos marinos
En México simplemente se albergan todas las familias de
cetáceos, a ecepción de los delfines de río, la súper
familia Platanistoidea; la beluga y el narval, Monodontidae, y la ballena
franca enana, la única de la familia Neobalaenidae. Prácticamente todas estas
familias están bajo protección especial, porque la gran mayoría de las especies
de cetáceos usan las aguas mexicanas como lugar de procreación. Casi todas las
especies, además, han sufrido cacerías intensivas, en su mayoría fuera de las
aguas mexicanas y tienen bajas tasas reproductivas. Estos estatus de protección
corresponden frecuentemente a acuerdos internacionales. Un caso especial son
los delfines y las marsopas, como la vaquita marina, frecuentemente atrapados
en redes de pescadores en las que perecen por asfixia. Los pinípedos (focas y
lobos marinos), que habitan sobre todo en las costas de la península de Baja
california, ven afectadas sus poblaciones por diferentes causas, como son la
destrucción de sus hábitats, pues muchas de las playas se están transformado
rápidamente en destinos turísticos, o bien se ven influenciados por éstos, por
lo que los animales ya no encuentran en esas playas sitios a salvo para la
procreación. La contaminación de los mares y las malas prácticas de pesca también
son factores para la desaparición de estas especies. Dos miembros de la familia
Otaridae, el lobo marino de california y la foca de Guadalupe, aparecen en la
Norma, el primero bajo protección especial y el segundo, en peligro.
Felinos
De los seis felinos silvestres que habitan el territorio nacional, el más conocido es el Jaguar
(Panthera onca) actualmente se ha
encontrado en todo el sureste, principalmente en Chiapas, Quintana Roo y
Tabasco. Esta especie de origen tropical ha sido reconocida como el más
poderoso de los depredadores, de ahí que los antiguos pueblos mesoamericanos
dieran gran importancia a su presencia .
Este bello animal se
distribuía en todas las zonas tropicales de México., se le ha localizado en
estados del norte como Sinaloa, mientras que en el Golfo se han reportado
jaguares casi hasta la frontera con Estados Unidos y es posible que entren en
ese país. Si bien el jaguar fue cazado extensivamente por su piel, las fuertes
regulaciones tanto nacionales como internacionales, acerca del comercio de
pieles, han tenido un impacto positivo en la disminución de la caza furtiva.
Sin embargo, la cacería ilegal aún se presenta pretextando la depredación que
causan o pueden causar sobre el ganado.
El Puma es un felino que habita en los bosques del norte del país, de donde
es originario, y ha migrado hasta el sur del continente. Siendo la única
especie, la falta de hábitat ha hecho que las pequeñas poblaciones que aún
existen emigren hacia hábitats más tropicales. Su situación es quizá más
desconocida que la del Jaguar. Es la única especie de los felinos que no
aparece en la norma oficial bajo ninguna condición de riesgo. Para la Unión
Internacional de Conservación de la Naturaleza, esta especie es considerada
como de “ultima preocupación”
Osos
Otro grupo importante
de grandes carnívoros es el de los osos. En México alguna vez habitaron las dos
especies de grandes Ursidos Americanos: el Grisli y el Oso Negro. El primero aparece en la
NOM-059 con el estatus de extirpado del medio natural. En México no se conoce
la presencia de esta especie desde los años sesenta del siglo XX. La especie que se mantiene
en México es el Oso Negro. También es carnívoro y se sabe que puede cazar y
depredar ganado. La mayoría de sus hábitos alimenticios incluyen bayas, frutos
y varios vegetales, por lo que es percibido como una amenaza menor para la
población humana. En la norma oficial mexicana esta especie figura como “en
peligro y en la modificación que se hizo en el 2008, se reconoce a la población
que habita en la Sierra del Burro, en Coahuila, como de protección especial.
Otros
mamíferos en peligro
El
oso hormiguero, brazo
fuerte, chupamiel (Tamandua mexicana)
Vive en
las zonas tropicales desde Michoacán en la vertiente del Pacífico y la Huasteca
potosina en la vertiente del golfo hasta Chiapas y la península de Yucatán.
Habita los bosques tropicales y mesófilo de montaña, y los manglares.
El armadillo de cola desnuda (Cabassous
centralis)
Se
encuentra exclusivamente en las zonas de acahuales y pastizales de la Selva
Lacandona de Chiapas.
El manatí (Trichechus manatus)
Se
encuentra en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán,
Quintana Roo y Chiapas. Vive en ríos, arroyos, lagunas, cenotes costeros y
marinos, caletas y bahías adyacentes al mar.
El mono araña (Ateles geoffroyi)
Puede
ubicarse en los bosques tropicales, selvas altas y medianas de Veracruz, los
manglares de Chiapas, en las zonas de selva baja Yucatán.
El saraguato (Aloutta pigra)
Habita
desde la península de Yucatán hasta Belice y Guatemala; vive en el bosque tropical
perennifolio, incluye selvas lluviosas, bosques de galería y bosques mesófilos.
El mono aullador (Aloutta palliata)
Habita
en México desdeLos Tuxtlas, en Veracruz, hasta laSierra de Santa Marta en
Chiapas y cerca de Juchitán, Oaxaca.
El ocelote (Leopardus pardalis)
Distribuido
a lo largo de las planicies costeras del Pacífico y del Golfo de México, desde
el estado de Sinaloa y Tamaulipas hacia el sur, incluso en la península de
Yucatán.
El perro llanero mexicano o perrito de la pradera (Cynomys
mexicanus)
Especie
endémica correspondiente a una pequeña región de valles y pastizales de la
montaña ubicada entre los límites de los estados de Coahuila, Nuevo León, San
Luis Potosí y Zacatecas.
El teporingo (Romerolagus diazi)
Correspondiente
a una especie endémica sólo localizada en las laderas de las montañas del sur y
sureste del Valle de México y en el Nevado de Toluca. Habita bosques y
zacatonales subalpinos y alpinos a los 3 000 mil a 4 300 m de altura.
El tigrillo (Leopardus wiedii)
Que se
distribuye en las zonas costeras del Pacífico y del Golfo de México desde
Sinaloa y Tamaulipas hacia el sur y en la península de Yucatán. Se localiza en
el bosque tropical, en manglares y en el mesófilo.
La vaquita marina (Phocoena sinus)
Endémica
de México, vive en el Golfo de California.
Conclusiones
Si bien es cierto que
ha aumentado el interés de la sociedad por participar en el rescate de la vida
silvestre, sólo una parte muy pequeña está consciente del tamaño del problema y
su importancia. Poco aporta que las personas de la ciudad simpaticen con los
animales del bosque y emprendan campañas y contribuciones económicas para
evitar la tala de árboles, si la dicótoma persiste y la falta de control
continúa presionando las zonas protegidas. Lo cierto es que mientras la
actividad en el campo sea incontrolable y bajo una nube de pretextos se hieran
más los espacios de la diversidad, la perspectiva es catastrófica.
La conservación de
las especies debe ser una actividad que ocupe y preocupe a todos y debe ser
ahora, cuando aún hay tiempo. Pero de una manera concertada, porque es inútil
salvar una especie mediante las sofisticadas técnicas de crío-preservación del
material genético para su futura reproducción, si los bosques, selvas o ríos
donde moraba ya no responden para sustentarla, sea porque están completamente
devastados o que el ecosistema ya no da más de sí.
¿POR QUÉ ELEGÍ ESTE TEMA?
Por que en lo personal todo lo que esté relacionado con los animales llama mucho mi atención, más aún los felinos que pues entran en la categoría de mamíferos obviamente, El medio ambiente, el cambio climático, el deterioro de nuestro planeta, los efectos negativos que causamos es en realidad alarmante y de mucho interés personal, recientemente para finalizar mi carrera en Lic. de diseño de modas realicé una tesis con respecto al impacto ambiental de la industria de la moda en nuestro país y mediante investigaciones leí que difícilmente en México se hace algo respecto al daño que estamos causando.
¿ DE DONDE PARTÍ PARA EMPEZAR A ESCRIBIR?
Primeramente de la lectura proporcionada, organicé mis ideas, las escribí en un documento de word y posteriormente busqué más información para ampliar mis conocimientos